Además de los beneficios estéticos de unos abdominales fuertes, más importantes son los beneficios para la espalda, porque evita dolores y lesiones en lumbares y en la parte baja de la columna. Cuando tenemos unos abdominales poco trabajados estamos forzando la espalda a trabajar más y soportar más peso. Si no ponemos a trabajar los abdominales para asumir la parte importante que le corresponde realizar, ese esfuerzo lo tiene que hacer otra parte de nuestro cuerpo, es decir la espalda, y al final acabamos sobrecargando nuestra columna y los músculos de la espalda, con consecuencias nefastas para nuestro bienestar físico. Además, los abdominales fuertes mejoran la buena postura, lo que disminuye el desgaste de la columna vertebral.
Ayudan a que respires mejor puesto que al inhalar y exhalar intervienen diferentes músculos, entre ellos los abdominales. Potenciando estos músculos te ayudará a que tengas una respiración más profunda.
Los abdominales se encargan también de proteger órganos vitales ubicados en la zona estomacal y torácica. Actúan como escudo para protegerlos. Pero a la hora de realizar ejercicios o ásanas que implican a los abdominales, en muchas ocasiones no se trabajan correctamente, porque en lugar de realizar la fuerza desde el ombligo hacia dentro, hacia la piel interior de la espalda, erróneamente se hace fuerza con el abdomen hacia fuera.
Este es uno de los errores más comunes en trabajos que implican elevación de piernas o del tronco superior.
Así que, lleva tu atención de manera muy consciente de manera que cuando hagas un trabajo abdominal, dirijas tu ombligo hacia dentro, enfoques con fuerza tu hueso púbico hacia el ombligo realizando una basculación de la pelvis, una retroflexión.
Para ir dominando cómo colocar tu cuerpo para realizar un trabajo abdominal, es recomendable practicar un pranayama (técnica de respiración) específico, tumbado sobre tu espalda, con las piernas flexionadas y las plantas de los pies bien apoyadas sobre el suelo separadas al ancho de tus caderas. Deja reposar una rodilla hacia la otra, acerca tu barbilla a la garganta y deja tus manos sobre la esterilla o también puedes colocarlas sobre tu abdomen, para sentir con mayor detalle el movimiento de tu cuerpo.
Por favor, acepta el uso de cookies para tener la mejor experiencia en nuestro sitio. Para ello, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.