Conciencia corporal

En la clase de yoga 45´ de CONCIENCIA CORPORAL (05/10) trabajamos diferentes ásanas, algunas estáticas pero muchas otras en movimiento, ninguna es demasiado compleja precisamente porque vamos a focalizar la atención en tratar de acompasar la respiración con el movimiento.

En yoga como en la vida manda la respiración, por eso es importante que lo practiques de manera muy consciente. Se trata de hacer durar un movimiento de cualquier parte de tu cuerpo, sea el que sea, con lo mismo que dura una inhalación y el siguiente movimiento con lo que dura la exhalación. Es disfrutar de una respiración ritmada.

En algunos momentos jugamos a acelerar movimiento y respiración, y en otras el trabajo consiste en ralentizarlo todo, acompasarlo, sincronizarlo y sintonizarlo.

No es difícil pero cuando nos disponemos conscientemente a estar atentos para ver si realmente estamos acompañando la respiración con el movimiento, nos damos cuenta en la mayoría de ocasiones que le concedemos más protagonismo al movimiento, en tratar de llegar más lejos, en estirarnos más, en que no moleste el brazo o el hombro… Sin embargo, todo eso lo conseguiríamos si prestásemos más atención a la respiración, porque ella es la que nos permite que los músculos y articulaciones se lubriquen y puedan estirarse más. Es cierto, esa es la magia transformadora del prana, la energía vital que va más allá de la energía física y tangible.

Cuando hacemos flexiones de columna haciendo gato vaca, debemos inhalar y comenzar el movimiento desde nuestra pelvis, haciendo fuerza con ella hacia el suelo y seguidamente llevando pecho y el rostro hacia arriba. Ese movimiento que contempla toda la columna ha de hacerse ritmado con la inhalación, y seguidamente sin pausa y sin prisa comenzar la exhalación iniciando el movimiento desde nuestra pelvis para redondear nuestra columna, dirigiendo el ombligo hacia arriba y llevando la cabeza hacia dentro para que el rostro mire hacia el abdomen. Hazlo con los ojos cerrados, y dirigiendo tu mirada interior a tu entrecejo. De esa manera te puedes concentrar mejor en la parte de la espalda que estás moviendo en cada momento. Después de unos instantes, ya puedes acelerar el ritmo siempre y cuando te resulte fácil seguir acompasando el movimiento con la respiración.

Para hacer este ejercicio y disfrutar de todos sus beneficios, son muy importantes los ajustes de base: las manos deben estar bien abiertas, con las palmas bien pegadas a la esterilla, y justo debajo de tus hombros. Las rodillas debajo de las caderas. Ese es uno de los principales errores que cometen los principiantes: hacer más corta esa distancia. La postura requiere que desde tus muñecas hasta las rodillas, haya la misma longitud que tienes desde tus caderas hasta los hombros.

También se ha de vigilar que los codos estén bien extendidos, porque tienden a flexionarse. Los codos internos se han de mirar uno hacia el otro. Y otro ajuste importante es que debes evitar hundir tu cuello en los hombros. Debes tener la sensación de crecer hacia arriba, dejándole espacio a tu cuello. Realmente cuando le prestas la debida atención, empiezas a disfrutar de la postura y del movimiento. Estas flexiones de columna proporcionan una gran calma mental y una gran sensación de bienestar.

Suscríbete ahora y comprueba los beneficios de practicar yoga kundalini. Cada semana tendrás una clase nueva, y podrás acceder a la biblioteca con más de 40 clases. También podrás meditar cada día, con una meditación diferente cada día y con acceso ilimitado a la biblioteca de meditaciones identificadas por el tema que tratan. 

Scroll al inicio